sábado, 14 de agosto de 2010

Hesperidios

Me voy a vestir de mandarina por fuera y de naranja por dentro, que al cabo las dos son del mismo color y tienen gajos. ¡ah! y son cítricos!... creo. ¡Una naranjina, una mandaranja! así confundiré a quién me coma, "ah caray ¿que no pelé una mandarina? como que me sabe a naranja".
No, si seré tonta, no son del mismo color, la naranja es más amarillita y la mandarina más anaranjada. Qué triste debe ser no ser una naranja anaranjada y más triste ser una naranja verde, como limón.
¡Sí! Puedo ser una naranja verde por fuera, limón por dentro, eso sería aún más sorprendente y que al cabo, los dos son cítricos... creo. ¿Limanja, Narón? Fonéticamente es poco apetitoso, es más, ni siquiera es apetitoso. Ya no se me antojó ser una limanja ni un narón porque a nadie me le voy a antojar aunque los dos sean cítricos... creo.
Cítrico, jugoso, verde como el limón: lima. Lima por fuera, limón por dentro podría ser pero la lima tiene un chipotito en su cabeza que no me gusta. Limón por fuera, lima por dentro podría ser pero la lima tiene un sabor, a mi gusto, menos sabroso que el limón.
¿Pomelo por fuera lima por dentro? Bastante tiene el pomelo con sus problemas de identidad: entre llamarse pomelo o toronja y entre no saber si es amargo o agrío o dulzón. No me apetece vestir de pomelo, ni por dentro ni por fuera porque además no entiendo su color como rosado naranjoso.
Mandarina-naranja-limón-lima-pomelo.
¿De que hablo? ¿de ser un hesperidio con doble identidad para sorprender a quien me coma y así morir pelada, cortada, desgajada y masticada? ¿o exprimida y hecha jugo?
Mejor me visto de pijamas por fuera y... ¿por dentro?...

No hay comentarios:

Publicar un comentario