sábado, 25 de septiembre de 2010

Tantas cosas y yo... lloro por taquitos.

Es lo más feo del mundo... ¡no, no, no! no del mundo, del universo, estar tan embarazada y tan solita y tan autosuficiente y que tener antojo de taquitos y que no me dejen ir por ellos "porque es peligroso" y que nadie me los traiga... ni siquiera me había importado estar solita hasta que por estarlo no pude tener mis taquitos. Y ahora lloro como tonta y no sé si es porque quiero mis taquitos o porque quiero que alguien me chiquee y me los traiga o me lleve por ellos cuando ni siquiera necesito a alguien porque podría ir y traérmelos yo solita, grrrrr ¡so-li-ta!.
¿Me entienden? Porque yo no, yo sólo lloro, escribo y pienso en mis taquitos y pienso en que pensarán "pero entonces si alguien no te dejó ir por taquitos no estás solita" y entonces pienso que estar acompañado no es antónimo de soledad y que es más feo estar acompañada y solita que estar solita solita porque después de pensar lo que ustedes piensan pienso en que si creen que no puedo ir solita podrían acompañarme pero en lugar de eso sólo me dejan solita y sin taquitos.
Quisiera poder desear que un día quien no me dejó ir tenga tanto antojo de taquitos como yo y que no los pueda comer pero me parece la cosa más ruin del universo y aunque lo piense no puedo desearlo de corazón y hasta me duele el corazón de andar pensando esas cosas tan ruines y de andar llorando por taquitos cuando hay gente que en verdad no tiene que comer y no tiene una camita para llorar como yo lloro.
¡No, no, no, no, no! No es lo más feo del universo estar tan embarazada y tan solita y tener antojo de taquitos y no poder comerlos porque alguien a su manera se preocupa por mí (ajá, "a su manera" porque no puedo dejar el drama a un lado, jiji); en realidad lo más feo del universo es que yo con tantas bendiciones y... lloro por taquitos.

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