martes, 28 de septiembre de 2010

¿Siempre en Domingo en licuado?

"Ver Televisa es como ver un accidente, sabes que está mal pero no pudes evitar seguir viendo"

Ese fue el tan acertado comentario de Alina Midori, una estimada colega con la que fui a tomar una nieve y terminé viendo Décadas, un programa decadente como la mayoría de los de esa televisora.
Y es verdad, comienzas a verlo y es tan aberrante que te despierta el morbo y, por lo menos a mí, me despierta dudas:

¿Quienes lo producen están concientes de la cochinada que es? ¿O piensan que realizan la súper producción?
¿Los televidentes de verdad disfrutan de eso? ¿Por qué lo ven? ¿Esperan a que llegue el domingo para verlo? ¿Lo hacen en familia? ¿Saben del daño que hacen a sus hijos al permitirles ver semejante cosa?
¿Los invitados... se sienten alagados u ofendidos de estar ahí? ¡Digo! De seguro la paga es la que alaga, pero ¿no atenta contra su dignidad?
¿A los creativos cómo se les ocurrió tanta estupidez de un sólo golpe? ¿O se les fue dando por tandas?

Si no lo visto haga de cuenta que metieron a la licuadora lo peor de Siempre en Domingo, T Kaché, Otro Rollo, Lalo y Lagrimita, Se vale soñar... no, ese estaba "elegante", había otro de ese corte pero de peor categoría: ¿Qué crees?.

Imagine que prende su tele y ve a Cristian Castro, interpretando una de José José, en un escenario como el de Siempre en Domingo pero que atrás tiene unos numerotes con el 2010, ¡digo!, no vayamos a confundirnos los televidentes y, a pesar de las arrugas y kilitos de más del muchacho, pensemos que es una repetición del clásico de Raúl Velazco.
Después aparece en escena Alan Tacher -ajá, el dinosaurio de TV Azteca en Televisa- y Adal Ramones -ajá, el dinosaurio de Televisa que se cree gracioso- en la conducción, los dos vetarrones vestiditos igual, uniformados yo creo pa que no se sientan menos y además ¡Mijares! que se echa un dueto con el Cristian.

También tenemos a Tere la secretaria bailando y diciendo chistes de malísima calidad, a hartos bailarines vestidos como por "décadas", a un señor que no para de decir nacadas para hacer gracia, a unos pobres cristianos pintados de blanco y tiesos como estatuas, a Plastilina Mosh, quienes podrían ser lo único rescatable de la noche de no ser por la escenografía y los pseudobailarines disfrazados...

¡Ay no! Seguiría describiendo lo que ví pero me dan ñáñaras y me da pena hacerlo gastar su tiempo leyendo semejantes porquerías.

¿Qué pasa con el público mexicano? ¿Por qué no apaga la televisión o exige programas con calidad en los contenidos? ¿Por qué los lunes es tema en la oficina el dueto de Mijares con Cristian como si fueran los 80? Ya sé que es un discurso muy gastado pero ¿Por qué, por qué, por quéeee? ¿¡Por quéeee lo permitimos!?

Antes era una porquería a la vez, ahora nos dan de a muchas en licuado. Sabe Dios dónde vayamos a parar pero ojalá nos dé por lo menos el privilegio de que sea en la televisión por cable... ¡ja!

3 comentarios:

  1. Ji ji. Me gusta tu blog. Tanto tanto, que si fuera facebook le pondría "Me gusta". Así de mucho.
    Y sí, se siente cierto malestar, entre náuseas, entre curiosidad disfrazada, de ver que Azcárraga se esfuerza cada vez menos para embolsarse los pesillos (illos, en chiquito, porque así se siente menos feo)producto de nuestra flojera a no exigir más. Y el cable va por las mismas. No hay nada que te haga más pesudo que aprovecharte de la ignorancia de otros.

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  2. y ya buscaste el término ñañarás en el diccionario? con lo que te gustan las palabras, la definición de esa te va a gustar...esperemo ke no sea algun efecto del embarazo...

    Cyndi.

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  3. Vamos por otra nieve y otra suculenta sesión de cosas que están mal.

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