lunes, 7 de marzo de 2011

Tengo tantas cosas por decir que me quedo sin nada que contar.

Es terrible tener la lapicera en la mano, una hoja en blanco y una revolución tan grande en la cabeza que nada es prioridad porque lo más importante es todo.
Una hoja en blanco no ajusta, ni mil, ni doscientas cuatro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario