lunes, 19 de julio de 2010

Lo que mis abuelitos siempre me preguntan

Siempre las mismas preguntas, por lo regular idénticas respuestas.

1. ¿Por qué no has venido? (es lo primerito que me dicen y no aplica solamente si fui un día antes)
2. ¿Cómo te ha ido?
3. ¿Cómo está tu hermana?, ya no ha venido
4. ¿Vienes en carro o en camión?
5. ¿Ya comiste? Te veo la carita más flaca (o sea, si cada que voy estuviera más "enflacada" sería yo una varita de nardo)
6. ¿Cómo te va en tu trabajo?
7. Y una serie de lo laboral ¿Si te pagan bien?, ¿Si te gusta lo que haces?, ¿Qué días trabajas y qué horas?, ¿Por dónde queda?, ¿Pero en qué trabajas ahora, qué es lo que haces?...
8. ¿Cómo le va a tu mamá en la óptica? ¿Cuántas muchachas le ayudan? ¿Tú ya no vas nunca a la óptica? ¿Por qué?
9. ¿Ya no has visto a tu papá? ¿Desde cuándo?
10. ¿Cómo está Jair? (un ex novio con el que terminé hace más de un año y después de recordarles que ya no ando con él viene otra serie de: ¿pero no sabes nada de él?, ¿y no lo extrañas?, ¿te sigue buscando?, ¿y ya no van a volver?, ¿ya tienes otro novio?, etcétera)
11.¡Mira nomás!, otra vez pelona ¿ya no te vas dejar crecer ese pelo?(tengo como 4 años que no me dejo el cabello largo y me dicen "otra vez" como si me lo acabara de cortar ayer)
12. ¿Ya te vas, tan pronto? ¿Pues que vas a hacer? Pero si apenas hace media, una, dos, tres, cuatro... horas que llegaste (no, nunca es suficiente)
11. ¿Cuándo regresas? (a lo que siempre respondo: en cuando tenga tiempo) ¡Ah! ¿Mañana vas a poder? ¿O el sábado? ("No sé abue, espero que pronto en cuando tenga tiempo) Bueno hija, te veo en la semana (sonrío)
12. (Justo antes de salir mi abuelito reza) Te queremos mucho y nos da mucho gusto que vengas y nos visites a mí y a Toñita, no sé a cuál de los dos nos dé más gusto ni cuál de los dos te quiera más. Que Dios te bendiga mi niña.


He de confesar que a veces me desespero de escuchar, además de las mismas historias, chistes y anécdotas, las mismitas preguntas y de tener que dar las mismitas respuestas y hasta me malhumoro, olvido que a ellos se les van ya poco a poco los recuerdos y que soy yo quien los debe atesorar para regalárselos en cada visita. También admito que el día que no estén aquí para preguntarme lo mismo cien mil veces, cien mil millones de litros de lágrimas derramaré.

Ah, y sí, ¡ya sé!, ya sé que la doce no es una pregunta, pero quería presumir que mis abuelitos me aman tanto como yo a ellos.
¡Dios los bendiga también, Papá Juan y Mamá Toña!

3 comentarios:

  1. Curioso, a mi me preguntan lo mismo en casa de mi abue, y también preguntan por ti....

    Los abuelitos son la joya que decora nuestra vida, siempre puedes contar con su abrazo, su caricia y un buen plato de comida calientita, sin importar a que hora llegues...


    Cyndi,

    ResponderEliminar
  2. Debo admitir que de verdad me conmoviste, que bueno que tengas a tus abuelitos contigo y te llenen de recuerdos ahora que aún están aquí..

    ResponderEliminar