domingo, 29 de enero de 2012

Hubo

Hubo una vez una nuez sin cáscara, un rey sin corazón, un gato con botas y un león sin melena.
La nuez se sentía desnuda, de pequeñita. Cuando creció se sintió sensual, todos querían comerla y así murió,  triturada por los dientes, feliz.
El rey sin corazón nunca se sintíó feliz, el pobre siempre vivió sin emociones, hasta que un día se murió y nadie lloró. A la fecha nadie recuerda su nombre.
El gato con botas no tenía nombre propio, y era un desgastado cliché usado en chistes, películas, cuentos y demás. No sabemos cómo murió... ni siquiera sabemos si ha muerto.
El león sin melena no era calvo por suerte, era calvo por convicción, así no nació pero sí creció y murió. Cuentan que aún sin melena fue amado.
Hubo una vez un hombre que se comió una nuez, dicen que era rey y que en su reino había un gato con botas y muchos leones, uno de ellos sin melena.

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